Podríamos resumir las normas de la Fase 3 en este titular: no es necesaria la cita previa, se permite un aforo del 50% con distancia de seguridad de 2 mts y se permite el uso de vestuarios. (Estaremos pendientes de si nos afecta el cambio de la distancia de seguridad de 1,5 metro en vez de 2 metros)
¿Qué permite la FASE 3 a un Centro de Yoga?
- Apertura de un centro de Yoga con aforo del 50% y un máximo de 20 personas con distancia de seguridad de 2 mts.
- No puede haber contacto físico.
- No es necesaria la cita previa.
- Pueden usarse las zonas comunes y los vestuarios cumpliendo las normas de higiene, desinfección y seguridad. Es decir, dos metros entre personas.
- Los hoteles y alojamientos también reabren sus puertas al 50% de su aforo con uso de las zonas comunes, por tanto los retiros y encuentros previstos por los centros de Yoga para sus alumnos, son posibles en estos lugares.
- Se permiten congresos con las debidas medidas de seguridad hasta 80 personas.
Volvemos a señalar los cálculos del espacio necesario para mantener la distancia exigida de 2 m2 entre personas:
Área necesaria por persona 2mts x 2 mts = 4 m2
Ejemplo: a una sala de 100 m2 le restamos el espacio que ocupa el material, las columnas y el profesor-a. Quedan 90 m2
90 m2 : 4 = 22 personas
Estarían las excepciones que dicta el sentido común, si una persona se encuentra cerca de una pared o una columna.
EN TODOS LOS CASOS:
– Es necesario exponer al público el aforo máximo del centro y las condiciones respetadas para cada fase.
– Las salas donde se celebren encuentros y/o sesiones, deberán ventilarse y desinfectarse entre clases.
– Desinfección y limpieza demostrada de las instalaciones. Deben ser garantizadas con especial atención a las zonas comunes.
– Desinfección del mobiliario administrativo, de recepción, de salas y de soportes utilizados para la práctica individual o la grabación.
– El centro debe tener señalizado el espacio, especialmente en las zonas de paso. Debe ofrecer información sobre sus protocolos con carteles visibles.
– La zonas comunes, como vestuarios, pueden usarse respetando la distancia de seguridad establecida.
– Se debe diseñar un protocolo de actuación del centro. Lo aconsejable es hacerlo con la empresa de Prevención de Riesgos que se tenga contratada. Lo siguiente es exponerlo y seguirlo exhaustivamente. Conviene que los alumnos-as puedan verificar dicho plan de actuación. Al mismo tiempo, es una manera de “certificar” que se están cumpliendo las normativas.
– En caso de ser un-a profesor-a autónomo-a que ofrece sus clases en diferentes sitios, aconsejo verificar que dicho lugar cumple la normativa y sigue todos los pasos de seguridad y actuación. El profesorado debe además contar con su propio protocolo para garantizar a su alumno-a que está pendiente de todo el proceso. Por ejemplo, llevar su propio gel hidroalcohólico, mascarillas, guantes si es el caso, soportes desinfectados para cada encuentro y otros medios que considere. Tener ese protocolo escrito y entregarlo a la hora de concertar la cita es una buena idea.
Por Mayte Criado
Presidenta de FEDEFY